22 feb 2010

HISTORIA DE TABASCO

Épale mis chocos¡¡ aqui de nuevo esta chica tabasqueña por estos rumbos de nuevo, esperando y deseando que tengan un hermoso inicio de semana y que cada dia vea el sol arriba, bueno aunque ahorita esta nubladon jejejejeje

bueno, ps hoy me levante con ganas de alimentar las cabezitas de mis paisanos con un poco de historia de nuestro estado, porque segun lo que yo he visto, se han ido perdiendo ciertas cosas de nuestra cultura que no debemos de olvidar, y buscando encontre muchas cosas lindas e interesantes que todo buen tabasqueño debe saber de su estado, he aqui que se los presento

En el año 800 a.C., ola cultura Olmeca vive su mayor esplendor en territorio tabasqueño. El sitio arqueológico de La Venta, albergó el centro cívico-religioso más importante de esta gran cultura mesoamericana.

A la caída del imperio olmeca, llegaron los mayas, habitantes de Tabasco entre los siglos I a.C. y IX d.C. Actualmente Comalcalco y Pomoná son vestigios arqueológicos de los asentamientos de esta cultura en territorio tabasqueño.

En la segunda expedición española de Cuba hacia el nuevo territorio, el capitán Juan de Grijalva llegó al actual territorio de Tabasco. Al río por el que los expedicionarios ingresaron se le llamó Grijalva, en honor del capitán. En ese mismo año, 1518, Hernán Cortés exploró las provincias de Cupilcón, Tumulán, Agalulco y Anaxuca, entre otros. Una vez comenzadas las labores de conquista, los españoles debieron someter a los indígenas chontales en una de las más famosas peleas de la época, la batalla de Centla, ocurrida en 1519. Una vez establecida la superioridad del invasor, Cortés pudo fundar la primera villa bajo control europeo, Santa María de la Victoria. Asimismo, como regalo por su victoria, Cortés recibió a uno de los instrumentos más útiles para su labor conquistadora, la mujer indígena, Malllinali Tenepal, mejor conocida como la Malinche.

A partir de 1530 comienzan los esfuerzos de Francisco Montejo “El Viejo” por conquistar la península yucateca y poblar Tabasco. A pesar de sus múltiples esfuerzos, la conquista de Yucatán resultó ser una empresa muy difícil y decidió dejar el gobierno de Tabasco a su hijo del mismo nombre, Francisco Montejo “El Joven”.

En esta época, la costa del Golfo se vio amenazada por los constantes ataques de los piratas europeos, quienes en Campeche propiciaron la fortificación de la villa, y en Tabasco hizo que los habitantes de Santa María de la Victoria huyeran río arriba para establecerse lejos del alcance de los nuevos invasores en la nueva comunidad de San Juan Bautista.

Sin embargo, durante la colonia española, el estado no prosperó mucho, debido en parte a la falta de minas de metales preciosos que atrajeran a los colonos y en otra al inhóspito clima que los recibía.

En el siglo XIX, una vez librada la guerra de independencia, el Congreso Constituyente de 1824, declaró a Tabasco uno de los 14 estados libres y soberanos de la nueva república mexicana.

Durante la batalla entre centralistas y federalistas en que se sumió el país a partir del siguiente año, los militares en Campeche se sublevaron para declarar un gobierno centralista en el estado, a lo cual los rebeldes en Tabasco pronto siguieron. En 1833, la epidemia de cólera azotó fuertemente al país, pero particularmente a la población tabasqueña.

A este trágico suceso, le siguió la invasión norteamericana en donde México perdió la mayor parte de su territorio norteño. En 1846, un buque de guerra norteamericano llegó a Tabasco y comenzó el ataque de la plaza central de la capital estatal. Este primer ataque duró un par de días; ocho meses después, los norteamericanos invadieron de nuevo a Tabasco para tomar la plaza central durante 35 días. Antes de emprender la retirada, el enemigo invasor se encargó de destruir la ciudad.

En 1863, durante la segunda invasión extranjera, esta vea por parte de los franceses, Tabasco debió pelear de nuevo ante la invasión de su territorio. Las tropas tabasqueñas reunidas de Comalcalco, Jalpa, Huimanguillo y Mezcalapa, inexpertas y mal armadas fueron comandadas por el tabasqueño Gregorio Méndez. Hombre recto y honrado, Gregorio Méndez se gana el respeto del pueblo al no cometer barbaridades para aprovisionarse de lo que a las tropas las falta. Gracias a esto y a su buena estrategia militar, lleva a las tropas nacionales al triunfo en la batalla de El Jahuactal.

Estando al mando del gobierno estatal en 1865, Gregorio Méndez conduce de nuevo a las tropas, ahora unidas al Ejército de Oriente, a rescatar al General Porfirio Díaz y sus tropas nacionalistas del yugo de los imperialistas. En 1867, la derrota de Francia y el fusilamiento del emperador Maximiliano de Habsburgo dan fin a la invasión francesa en México.

Después de tanta inestabilidad política, la llegada de Porfirio Díaz al poder, representó una época de paz y estabilidad que muchos estados, incluyendo Tabasco necesitaban para descanar y poder reconstruir su ciudad capital. El porfirismo le dio la oportunidad al estado costero de salir del estancamiento en que se encontraba desde su colonización en el siglo XVI. Y así, paulatinamente comenzó a fincarse el desarrollo del estado. Cabe mencionar que, la estabilidad y el progreso ofrecidos por el porfirismo sucedieron gracias a la explotación y marginación de los más pobres, lo que provocó los hechos violentos de 1910.

En Tabasco, las manifestaciones anti porfiristas comenzaron a surgir desde 1902, con la formación del club antirreeleccionista Melchor Ocampo. Para 1909, el partido Gutierrista, al mando de Ignacio Gutiérrez Gómez y sus hermanos, se consolidaban como la principal fuerza opositora del estado. Durante la lucha revolucionaria sangrientas batallas y numerosos encuentros entre porfiristas e insurrectos tuvieron lugar dentro de los límites del estado.

Durante el mandato presidencial de Álvaro Obregón, el tabasqueño Tomás Garrido Caníbal llegó a la gubernatura del estado para el periodo 1823-1829. Sin embargo, el gobierno garridista abarcó 10 años durante los cuales la sociedad tabasqueña sufrió una gran transformación. Y es que debido a la gran aversión que el dictador sentía tanto por la religión como por los vicios, en especial el alcohol, implementó serias y severas medidas en contra de toda manifestación perteneciente a cualquiera de estos dos aspectos sociales. Así, además de destruir imágenes, cambiar las fiestas patronales por regionales, cambiar los nombres de las villas, y prohibir la celebración de los cultos; instauró la Ley Seca de 1931, donde quedaba estrictamente prohibido cualquier forma de comercio y consumo de alcohol. El fin del “garridismo” en 1933, representa el inicio de la vida moderna del estado mexicano de Tabasco

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